Los objetivos de la implantación del Espacio Europeo Educación Superior chocan de forma frontal con las funciones que tradicionalmente ha cumplido la universidad. Estos objetivos suponen el sometimiento de la universidad a las necesidades productivas del capital internacional y de los grandes grupos de poder de la Unión Europea.
No a Bolonia
“La Europa del conocimiento” que se quiere alcanzar desde 2010 preconiza que el objetivo fundamental de dicho proceso es “hacer de Europa la economía más competitiva y dinámica del mundo basada en el conocimiento”, no una Europa mejor formada, ni una Europa más culta, ni mucho menos una Europa más reflexiva, crítica y solidaria.