Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades…¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante.

B. DURRUTI

domingo, febrero 07, 2010

EL ORIGEN DE LA CGT: LA DESVIRTUACIÓN DE LA IMITACIÓN


EL ORIGEN DE LA CGT: LA DESVIRTUACIÓN DE LA IMITACIÓN
Los comienzos de la CGT están justo fuera del V Congreso Confederal de la CNT. En el apartado de estrategia sindical, 53 delegaciones abandonan el Congreso porque la amplia mayoría de Sindicatos presentes se posicionan a favor de que la CNT continúe con una estrategia anarcosindicalista; abogándose por la acción directa y la autogestión y, por tanto, en contra de las elecciones sindicales y las subvenciones.

Estes delegades pidieron la anulación del Congreso por “falta de democracia interna”, pero no hace falta saber mucho sobre el funcionamiento interno de la CNT para darse cuenta de que falta de democracia interna sería que 53 Sindicatos supusieran una mayoría de un total de 453 Sindicatos, y tuvieran capacidad para condicionar los acuerdos de Congreso.

Esta cuestión deja bastante clara la sin razón de la autointitulación de la CGT como “CNT renovada”, porque si el máximo órgano decisorio de la CNT es el Congreso, al que acuden todos los Sindicatos y en el que existe la extraordinaria posibilidad de cambiar los acuerdos tomados, la CNT se renueva en cada uno de los Congresos que ha celebrado. Sin embargo, intentar imponer un acuerdo, crear corrillos dentro de la Organización y huir en berrinche cuando no sale loque se quiere, no puede llamarse “renovar a la CNT”, sencillamente abandonarla y crear otra cosa que nada, y así lo demuestran los hechos, tiene que ver con el anarcosindicalismo.

CGT: LA DESVIRTUACIÓN DEL ANARCOSINDICALISMO
Les militantes de la CNT no entendemos el anarcosindicalismo como una idea abstracta que puede ser asumida por aquel que utilice dos colores: rojo y negro. Para nosotres, el anarcosindicalismo es una forma de organización que tiene una esencia indispensable, olvidar esa esencia es hacer sindicalismo a secas (CGT es la clara manifestación de ello). La acción directa, la horizontalidad y el federalismo no son para nosotres puras abstracciones, como sí lo son para les reformistas, sino los sólidos cimientos para la emancipación de les trabajadores. Obviar estos principios desvían el objetivo revolucionario de la CNT, es decir, la convierten en un mero gestor del capitalismo:

ACCIÓN DIRECTA: Es la acción desarrollada directamente por les afectades, es decir, sin intermediaries. En un Sistema que nos intenta acostumbrar a la delegación de nuestros problemas, a entregar nuestras vidas al destino del consumo y la sumisión; que les trabajadores tomen sus destinos para decidir por ellos mismos las decisiones es un paso necesario para la concienciación, a través de la práctica, para el proceso revolucionario. Este principio toma en la vía sindical un único camino: el boicot a las elecciones sindicales y la constitución de asambleas de trabajadores. Las elecciones suponen la introducción de la política en los centros de trabajo; es decir, la delegación y consecuentemente la desmovilización de les trabajadores.1

AUTOGESTIÓN: La autogestión significa la gestión por une misme, una continuación de la acción directa que extrapolada al campo de lo económico materializa el eslogan de la I Internacional: “La emancipación de les trabajadores será obra de elles mismes o no será”. Y es que el proletariado no puede esperar nada de ningún ente ajeno a él mismo. En caso contrario, es la manifestación evidente del papel que juega la Organización, sustentada por entes ajenos a los que conforma (en este caso el Estado, enemigo natural del anarcosindicalismo; las cosas están claras para aquel que quiera verlo).

HORIZONTALIDAD: El sentido de la horizontalidad es evitar que haya vanguardias o comités ejecutivos. La horizontalidad hace inevitable que todas las decisiones salgan de la Asamblea de afiliades, es decir, de les mismes que van a ejecutar los acuerdos. En el anarcosindicalismo, los Comités no tienen ninguna capacidad de decisión, no pueden proponer ninguna cuestión al conjunto de la Organización, a no ser que sea a través de su Sindicato, y no tienen ningún privilegio. En CGT no es así, los respectivos Congresos de esta Orgnaización han ido dando más atribuciones a sus Comités; esto conlleva que la CGT no sea lo que sus afiliados quieran, sino lo que una minoría decida2. Esto permite que la CGT cada vez más por profesionales del sindicalismo y políticos para arrebatar a les trabajadores cualquier atisbo de decisión.

LA EVOLUCIÓN DEL REFORMISMO: MÁS DE LO MISMO
El nacimiento de la CGT surge para los más ilusos para intentar acabar con los comités de empresa desde dentro, en fin, lo de siempre. Sin embargo, cuando sobre cien litros de café dejamos caer una gota de leche, poco cambia ese café, lo que sí cambia es la leche, y a los hechos nos remitimos.

¿Qué ha hecho la CGT? Perpetuar los Comités, además intentando difamar, con el apoyo inefable de los medios de comunicación de masas, que el anarcosindicalismo se presenta a elecciones, qué cosas…

¿Cuál es la relación de CGT con el Movimiento Libertario? Las relaciones dirimen por ambas partes, así que formalmente ninguna, porque no puede existir relación entre quien defiende el anarquismo y quien lo convierte en un eslogan para las próximas elecciones. Pero la CGT, no contenta con el dinero recaudado de las subvenciones, sigue intentando apropiarse del Patrimonio Histórico de la CNT3, es decir el robado por el franquismo y apropiado por la democracia que ha sido devuelto en cuentagotas y con cobro de intereses parece.

Por otro lado, una cuestión bastante patética la representan aquellos sectores que “abogan” desde Orgnizaciones escindidas (CGT, Solidaridad Obrera) por la “unidad del anarcosindicalismo”. La unidad del anarcosindicalismo nunca se ha roto. Algunos sectores, descontentos con el anarcosindicalismo, se fueron de nuestra Organización, pero nada más. Evidentemente, el no aceptar la unidad bajo los condicionantes de presentarse a elecciones y recibir subvenciones es motivo de ser tachado de prehistóriques, dogmátiques… Nada es nuevo.

EL PRESENTE DE CGT: EXPOLIANDO EL RECUERDO
Es interesante comprobar como se alude, en muchas ocasiones, a la historia para justificar las incoherencias actuales, algo muy generalizado en CGT, por ejemplo con les liberades: “no, es que en el treintayseis…” Una forma de olvidar que en el anarcosindicalismo los acuerdos no son sempiternos, sino que los errores pueden ser subsanados; lo que no salva de ir error tras error hasta el error final: CGT. Si en el “treintayseis” la CNT tuvo a gente asalariada fue en un contexto muy diferente: 1- La CNT no era una Organización de unos miles de afiliados, sino que tenía a más de un millón de afiliados y con trabajos constantes como, por ejemplo, sacar un diario. 2.- Los sueldos que se recibían eran devueltos en la medida de las posibilidades, es decir, eran tratados como préstamos puntuales por las circunstancias de les compañeres.

¿A qué se debe, por otro lado, ese interés de la CGT en una Organización de la que decidió separarse? Una de las razones más importantes, como ya hemos comentado antes, el Patrimonio Histórico. Otra el prestigio que da una retórica diferente. Hacer lo mismo que les demás nunca es atractivo, se hace necesario algo diferente, que por cierto la CGT no tiene, y eso hay que cogerlo de otres: el Movimiento Libertario. Por ejemplo: las apropiaciones de la FIJL o, más cercano, la construcción de un monumento a Buenaventura Durruti.

SOBRE EL MONUMENTO A DURRUTI
“La sinceridad no es una virtud en sí. Hay sinceridades tan confusas que son peores que las manetiras. No se trata hoy, para nosotres, de hablar con el corazón en la mano, sino sólo de pensar con claridad” (Albert Camus)

El Anarquismo se compone, en iguales partes, de teoría y práctica, obviar alguna de ellas es hacer otra cosa diferente al Anarquismo. Olvidar la práctica supone pura charlatanería y anquilosar y defender el Anarquismo como algo que forma parte, exaclusivamente, del pasado.

A diferencia de la situación del Movimiento Libertario de otros países, como puede ser Francia (Federación Anarquista Francófona), en España éstos siempre se han organizado dentro del anarcosindicalismo y lo han defendido. Nosotres no defendemos la táctica de acceder a sindicatos reformistas para concienciar a sus afiliades. Creemos que la práctica es la única exposición válida de nuestra teoría, y cuestiones como presentarse a elecciones sindicales, recibir subvenciones o vivir del sindicalismo no sólo la contradicen sino que la destruyen.

Desde la CGT se defiende la construcción del monumento para “crear un espacio de reflexión, en contraposición a todas las calles dedicadas a reyes y al fascio”. Construir un monumento, individuos de CGT, no supone abrir un espacio de reflexión, sino, a lo sumo, hacerlo en una descontextualización del significado. El hecho de dar oficilidad a un conocimiento es, sencillamente, su adopción al actual sistema democrático, es decir, su contextualización para la perpetuación del sistema de representación, jerárquico y autoritario. La figura de Durruti se nos será dibujada como la del defensor del pueblo leonés y de las libertades y garantías democráticas… Su lucha se nos esbozará como una batalla necesaria en la historia, en su tiempo, pero que hoy en día no tiene sentido, porque esos valores ya han sido conquistados por la clase política; precisamente la misma que colocará el monumento.

Lo que tenemos por seguro que conllevará la colocación del monumento será, como ha hecho siempre, la vislumbración de Durruti y el Anarquismo como algo superior a la cotidianeidad de los individuos, como algo ajeno a ellos. Somos defensores de que los grandes cambios están en lo corriente, en lo cotidiano, y éste precisamente huye del grandionismo de la arquitectura a gran escala y el espectáculo. En las Organizaciones que construimos de forma horizontal y no jerárquica, en Organizaciones con objetivos revolucionarios, no ayudará nada que nuestres compañeres sean vistos como seres superiores.

Tampoco ayuda mucho que se intenten hacer lavados de conciencia a través de la colocación de grandes y caros monumentos en reconocimiento de una lucha, porque la lucha en el seno del Movimiento Libertario nunca ha buscado ese reconocimiento, sino un objetivo claro: el Comunismo Libertario. Esto no es así en CGT, y puede que por eso no lo tengan tan claro: la labor sindical suele tender a la búsqueda de beneficios y privilegios sindicales (horas, liberaciones, subvenciones…) pero, evidentemente, la CGT no es una parte ni del Movimiento Libertario ni del movimiento anarquista.

Lo que debe quedar claro, a aquelles que se acercan a nuestras Organizaciones libertarias es que en ellas “se da mucho y se recibe poco o nada”, como dijo en su día un Secretario de la CNT. La lucha del Anarquismo nunca ha sido más interesada que el bien general: la Anarquía.

http://germinallibertario.blogspot.com/2009/10/la-historia-como-olvido-sobre-cgt.html