Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades…¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante.

B. DURRUTI

martes, junio 21, 2011

0´0 % de vergüenza


El SAT, Sindicato Andaluz de Trabajadores no se corta un pelo a la hora de hacer falsas afirmaciones para atraer el voto de algún trabajador incauto.
Este sindicato creado precisamente para eso, para tener liberados y subvenciones, fue creado por algunos líderes de SOC, ante la decadencia y la inoperancia de éste. Las simbólicas y teatrales tomas de tierras con las que hace tiempo procuraban permanecer en el candelero, hoy no se lo tragarían ni los más tontos.
Cuando los lideres del SOC se dieron cuenta del que esa organización estaba agotada, sin proyección de futuro, entonces inventaron el SAT para poder expandirse a otros sectores que les permitiera presentarse a las elecciones sindicales, adquirir representatividad ante el estado para poder disfrutar de subvenciones y liberados; pero ante su escasa afiliación y nula militancia y menos poder de convocatoria aún, decidieron unirse a una especie de plataforma reformista con la CGT y con algunos mal llamados anarcosindicalistas, que les siguen el juego. A esta plataforma o lo que sea, le llaman Sindicalismo Alternativo, lo que no se sabe claridad a que pretenden ser alternativos, desde luego, no al sistema capitalista, no pues, les gustan mantener liberados, políticos, y la participación en las instituciones del estado, tal vez pretendan con el tiempo hacerle la competencia a CCOO y UGT, por si estas organizaciones con el desgaste que les suponen el estar traicionando permanentemente a los trabajadores, quedaran inoperantes algún día para el sistema, entonces ellos, podrían proponerse como el recambio perfecto... en fin, de pena.

Hasta los cojones: de tanta falsedad y tanto reformista.