Después de 20 años de elecciones sindicales, múltiples comités de empresa y delegados, los trabajadores debemos hacer al menos una reflexión: ¿qué hemos conseguido con ellos? ¿Para qué han servido, o sirven?
A estas alturas muy pocos dudaremos en asegurar que para nada, teniendo en cuenta la situación en que nos encontramos, de carencia de unidad, carencia de fuerza, y atados de pies y manos ante la patronal y el gobierno de turno, con contratos basura, paro, y la negociación colectiva basada siempre en lo que la petronal y el gobierno quieran.
Recordemos lo que decían CC.OO. y UGT, y demás sindicatos defensores de las elecciones sindicales, después de los Pactos de la Moncloa:
"Los Comités de Empresa son órganos unitarios de los trabajadores, evitarán su división, aumentará la fuerza de los sindicatos, mejorará la negociación en la empresa, y potenciarán las asambleas como órganoza de decisión".
¿Qué decíamos y decimos la CNT? Que los comités de empresa son órganos corporativos e insolidarios que dividen a los trabajadores empresa por empresa, haciendo un sindicalismovertical, y practicando el parlamentarismo, y por tanto dividiendo a los trabajadores. Hacen de los sindicatos órganos burocráticos al servicio de la patronal y del gobierno, quienes los mantienen, ajenos así a los intereses de los trabajadores. Las asambleas desaparecen, puesto que los comités tienen toda la capacidad de negociar, y estas se convierten en órganos inservibles, puesto que son consultivas, no decisorias. Los sindicatos pierden su fuerza, puesto que los trabajadores no vemos en ellos nuestra arma de defensa frente a la patronal.
Con el tiempo transcurrido, cabe preguntarnos: ¿quién tenía razón?
¿Cómo estamos los trabajadores hoy? No tenemos unidad, somos insolidarios, se practica el sálvese quien pueda ante cuelquier problema y reivindicación.
Contratos a través de ETTs, y ese largo etc. que todos conocemos.
Rectificar siempre se ha dicho que es de sabios: aún estamos a tiempo de hacer un sindicato fuerte, al margen de los burócratas comprometidos más en la defensa de sus sueldos y sus privilegios que en defender a los trabajadores.
Exige un sindicato de trabajadores, y para trabajadores.
Si nadie trabaja por ti, que nadie decida por ti.
Afiliate a la CNT, otra forma de hacer sindicalismo.