Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades…¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante.

B. DURRUTI

sábado, noviembre 24, 2007

BRÚJULA SOCIAL





BRÚJULA SOCIAL

CONTENIDO

HAGASE SEMIIDIOTA

Fígaronegro

Concienzudamente se escribe de muchos temas a los cuales siempre les salen especialistas a tiempo completo que con tenacidad y cierta rigidez

formal intentan convencernos de lo que no es cierto, lo que no puede ser o lo que es mentira radical y profunda.

Este escritorcillo a tiempo parcial viene a enfundarse en su mono de trabajo temporal no remunerado para decir lo que todo el mundo sabe, muchos callan y sólo unos pocos nos disponemos a sacar a la luz. Como si la luz fuera tan evidente, dice el otro.

Viene esto a raíz de cierta teoría que me ha llegado vía Internet. Se viene a llamar semilibertarismo o algo parecido. Gran hallazgo éste. Han descubierto el semiblanco o el seminegro, el semiantiautoritarismo, la semilibertad, la semidignidad humana. Supongo que el semiestado y el semicapital.

Claro, como es tan difícil conseguir la acracia completa debemos conformarnos con semiteorías, pues puestos a partir por la mitad partamos también esta teoría. ¡Ay!, aquellos tiempos en los cuales las cosas eran más claras. Al pan, pan; al vino, vino. Así lo decía mi abuela. Pero no, puestos a enturbiar las aguas bien está una nueva teoría,

semiidiota, pues es tan absurda, falta de sentido y tan llena de complejos

metafísicos que declararla idiota total es darle demasiado

bombo y platillo. Algo parecido a la política rodea al rico mundo libertario en sus múltiples facetas. Camarillas intrigantes, élites endiosadas, gurús con la fórmula mágica del crecimiento, embaucadores del tres al cuarto. Especuladores, expertos en la exclusión, sabios sin sabiduría, sueltos de ir por casa y poco más. Antes a aguantar a tipos de estos se le llamaba tragar con sapos y culebras, ahora le dicen ser Hágase tolerantes. Es cierto que un buen número de anarquistas o libertarios no hemos oído la voz del “Mesías”, que no nos hemos sumado a sus cruzados y no hemos salido a la calle, entre otras cosas por que llevamos años en ella. Se nos ha pedido apoyo a la semiidiotez y no lo hemos dado. Se nos excluye abiertamente y se nos maltrata, simplemente

por no comulgar con su risible fórmula social. Pero a pesar de todo no

damos nuestro brazo a torcer. Ni nuestro brazo ni nuestro cerebro. No

formamos parte de los expertos o viajantes con gastos pagados. Es nuestra

voluntad. Nuestro sentido libertario nos impide entrar en una dinámica extraña, ajena, destructiva y en nuestra opinión improductiva. Gasten su tiempo, ricamente pagado por el dinero de todos, malgasten palabras, alumbres teorías absurdas mientras el poderoso suministra a sus ejércitos con moderno material destructivo y dos tercios de la humanidad literalmente vive en la miseria. Hágase postmoderno, dinámicamente progresista, mantenga la maquinaria

EDITORIAL

La intención sociológica ha estado y está presente en los textos anarquistas desde los inicios del anarquismo como filosofía moderna. En

ambos recorridos intelectuales existen concomitancias y similitudes, apoyos y perspectivas comunes. No hemos de olvidar, como suele

hacerlo la enseñanza superior oficial (la Universidad), que uno de los fundadores de la ciencia sociológica, entre no más de una docena, se encuentra nuestro apreciado José Proudhon. Tampoco se debe olvidar la vocación sociológica de las publicaciones anarquistas del final del siglo XIX y principios del XX. La Revista Blanca, declarada de la sociología, es un buen ejemplo de lo dicho. La Revista de Ciencia social, que tenía al intención de “difundir los estudios sociológicos modernos”.

Eso sí, reivindicaban una sociología desde el anarquismo. Ya tenemos dos premisas: intención y vocación. Ya veis algo tan alejado de la profesionalización y la demagogia. Y sobre todo cuando la intención se cuenta y se expone, no se mal arguye ni se retuerce filosofeando. Por otro lado contemplamos, nunca impasibles, la desideologización que se produce en parte del anarquismo, contaminando al resto como a un todo. Bien, muy bien que se evite el dogma; otra cosa es evitar la ideología, esa raíz de la que debe salir un árbol frondoso y rico en argumentos. La llamada reinvención de esta ideología hace también un flaco favor

a su difusión actual, pues la constante aparición de nuevos teóricos

con “ultramodernas ideas” ensombrecen los buenos, lógicos y actuales argumentos de buena parte de los teóricos clásicos. Del mismo modo cierta clase intelectual izquierdista acusa al anarquismo de no tener ideólogos actuales y por eso debe recurrir continuamente

a los clásicos: Bakunin, Malatesta, Kropotkin, etc. Aquí no vamos a ofrecer ideólogos, pero si ideario actual, de la gente de ahora y de los

clásicos, como no. Podrán criticar al anarquismo, pero esperamos que no pueden decir que está enclaustrado en sus dogmas inamovibles,

o en su clásicos inalterables, por otro lado tan queridos y apreciados por nosotras y nosotros. Además, un empecinado patológico “colectivismo de

izquierda” hace, mejor obliga, a buscar, a través de cualquier medio una organización grande o llamado movimiento de masas. De ahí los foros -junta – colectivos, plataformas todo vale, los frentepopulismos diversos, etc. ¿Tendremos que conformarnos los anarquistas con todo eso?, ¿tragarnos con calzador una sociología marxista, camuflada o directa y no tener nuestra propia sociología? Un anarquismo sociológico proponemos.

O un anarquismo apoyado en la sociología, o en cierta sociología crítica al

menos. Ciencia llamaba Kropotkin al anarquismo que quería. Es por ese amor a lo social que expondremos materiales diversos, daremos reflexiones y profundizaremos en temas. Debatiremos

por lo social y por lo social nos afirmaremos como ácratas, críticos, vitales.

Pecatería, cuasi religiosa, al no querer ordenar, clasificar, demostrar, escudriñar, razonar en su más extensa expresión. Tal excesivos escrúpulos hacen semejanza con quienes apenas no lo tienen: los políticos. Y es que venimos apreciando un desmedido gusto por hacer

política en el Movimiento Libertario, un exceso por tomar cargos y responsabilidades que luego se muestran claramente tendenciosas

hacia lo que podemos llamar junto con el manifiesto de Theodore Kaczynski la enfermedad izquierdista, compuesta por un sentimiento de inferioridad y una socialización excesiva o sobre socialización (explicado magistralmente en dicho manifiesto). Si a esto le incluimos el gusto por la postmodernidad tendremos el cóctel de los males, a nuestro modo de ver, del Movimiento Libertario. Como veis no todos los males de nuestro movimiento son causas externas. Tenemos causas externas e internas, muchas veces interrelacionadas.

Y no es que queramos simplemente enmendar la plana a los que ya saben lo que están haciendo. Pretendemos que no se confunda a otras y otros desconocedores de cosas referidas aquí, a las personas que se incorporan

al movimiento o a meros simpatizantes. Y para todos aquellos que no hayan entendido este editorial en toda su extensión

le recomendamos la lectura de ésta, esperamos

longeva, revista fomentada no por un grupo de presión,

mediático o político, sino por un grupo anarquista.

Ah! Se nos olvidaba. Lo de revista de itinerario anarquista

es por diferenciarla de otras que muestran varios caminos y a veces ni uno anarquista. Tampoco queremos decir, y que quede claro, que el nuestro es el único camino. Somos una voz más en el rico mundo libertario, ni queremos quitarle espacio a nadie, ni queremos que nadie nos

quiten nuestra palabra.

Hemos dicho.

Extraído de la revista anarquista BRÚJULA SOCIAL, Nº: 0

Le deseamos un largo y fructífero futuro a esta nueva revista anarquista, estamos seguros que con sus artículos y reflexiones será una gran aportación al últimamente enturbiado panorama Libertario, deseamos que esta brújula nos ayude a no perder el camino.