Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades…¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante.

B. DURRUTI

viernes, noviembre 22, 2013

20N CONTRA EL FASCISMO EL NACIONALISMO Y TODA AUTORIDAD


20N CONTRA EL FASCISMO EL NACIONALISMO Y TODA AUTORIDAD

Ante una fecha señalada en la historia reciente del estado español, las Juventudes Libertarias de Cádiz, convocamos esta manifestación con la que se pretende mostrar nuestro posicionamiento en torno a lo que es el antifascismo y el nacionalismo hoy, desde una óptica anarquista.

Nos encontramos ante una situación que nos permite afirmar que de una forma u otra el fascismo, o los grupos fascistas están proliferando a lo largo y ancho de la península ibérica, disfrazados de sindicatos de estudiantes, o partidos democráticos, con discursos populistas y centrándose en el rechazo al inmigrante buscan calar en una sociedad que está sufriendo los ataques del capitalismo.

En tiempos de crisis se muestra como el discurso fascista emerge y por lo tanto el antifascismo repunta de forma automática en respuesta a dicho avance.

En este sentido, grupos de diferente índole ideológica, que van desde el propio anarquismo hasta la socialdemocracia más rancia del PSOE, se agrupan en torno a una supuesta unidad de acción contra el fascismo. Unidad de acción que nada tiene que ver con una organización real, si no como un cortapisas a determinado acontecimiento organizado por algún grupo fascista de los anteriormente señalados. Enfrentamientos en las calles, cargas policiales, detenciones…el antifascismo se queda en un plano peligrosamente estético, que nada se asemeja a las realidades que se vivieron entorno a la II República y la Guerra Civil, o a la conflictividad social del periodo de la Transición.

No dudamos de que el fascismo en la calle es una realidad a combatir, y que probablemente será una amenaza cada vez más palpable, si no se le combate, conforme se recrudezca más si cabe la situación económica y social, pero de ahí a renunciar a principios, tácticas y finalidades con tal de “acabar” con un enemigo supuestamente común…La finalidad es acabar con el fascismo pero…¿con qué fascismo? Nos encontramos ante un ejemplo más de las luchas parciales que la izquierda lleva a cabo y con las que se pretende reformar el sistema vigente y no transformarlo de forma revolucionaria.

Consideramos que el fascismo es un elemento más de un enemigo mucho más dañino, que no es otro que el Estado (siempre de la mano del capitalismo). Un Estado que utiliza el nacionalismo como elemento vertebrador de su razón de existir. Un nacionalismo que el fascismo interpreta de forma que ensalza y justifica el racismo y la discriminación a lo extranjero.

El nacionalismo se convierte por tanto en una herramienta del Estado, y no al revés (nace antes la idea de Estado que de nación). Consideramos por tanto que si el Estado no es necesario, tampoco lo es el nacionalismo, ya que encuadra a un determinado grupo humano dentro de unos límites rígidos que impiden la emancipación real de las personas y de las sociedades. Y si por tanto el fascismo se nutre del nacionalismo para elaborar su discurso discriminatorio, si el nacionalismo se acaba, así lo hará también el fascismo.

No ayudaremos a crear nuevas cadenas aunque sean de oro y diamantes sus eslabones.

Contra toda autoridad, por la lucha de clases y no entre pueblos.

Juventudes Libertarias de Cádiz – FIJL