Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades…¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante.

B. DURRUTI

martes, febrero 14, 2012

LA REFORMA LABORAL



El gobierno del PP acaba de aprobar una nueva reforma laboral, que como todas la reformas anteriores vienen a empeorar los derechos y las precarias condiciones laborales que veníamos padeciendo hasta ahora los trabajadores.
El pretexto utilizado esta vez, vuelve a ser el mismo de siempre,
la creación de empleo, textualmente dice, los objetivos de la reforma son los siguientes:
Frenar en el corto plazo la sangría de destrucción de empleo que está sufriendo España.
Poner las bases para la creación de empleo estable cuanto antes.

Lo más destacado de la reforma laboral anti-obrera es:
Para los contratos indefinidos en las empresas de hasta cincuenta trabajadores el periodo de prueba se alarga hasta un año.
Para las Pymes y autónomos la nueva modalidad de contrato indefinido, el periodo de prueba del trabajador se alarga hasta un año, durante el cual te podrán despedir en cualquier momento sin derecho a indemnización alguna. Es evidente que será muy difícil superar el periodo de prueba, cuando el empresario puede sustituirte fácilmente por otro, ¿quién será capaz de plantear alguna reivindicación o queja durante este periodo?.
Las empresas tendrá una deducción fiscal de tres mil euros por contratar a un trabajador menor de treinta años.
Los empresarios que contrate a un trabajador que esté cobrando una prestación por desempleo podrá deducir fiscalmente el cincuenta por ciento de la prestación que viniera cobrando el trabajador. Por su parte el trabajador voluntariamente podrá cobrar el veinticinco por ciento de la prestación junto con el sueldo, esto supone en la práctica que el empresario se beneficia de una prestación que pertenecía hasta ahora única y exclusivamente al trabajador, a cambio el trabajador agotará su derecho al desempleo, incluso aunque esté trabajando.
La empresarios que contrate indefinidamente a un trabajador joven de entre dieciséis y treinta años, tendrá una bonificación de tres mil seiscientos euros durante los tres primeros años y podrá aumentar a medida que aumente la antigüedad del trabajador.

La bonificación empresarial para quienes contrate a parados de larga duración mayores de cuarenta y cinco años será de cuatro mil quinientos euros y aumentará progresivamente a medida que aumente la antigüedad.

Abaratamiento del despido:
La Reforma Laboral extiende la indemnización por despido improcedente para contratos indefinidos de 45 días a 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 meses. La indemnización procedente será de 20 días por año trabajado, con un máximo de un año de salario, "pero se respetarán los derechos adquiridos con anterioridad por los trabajadores".
Para ayudar a las empresas en situaciones económicas adversas, se establece una bonificación del 50 por 100 de las cuotas empresariales a la Seguridad Social de los trabajadores afectados por la suspensión o reducción de jornada, con una duración de 240 días máximo y condicionada a la estabilidad en el empleo (al menos un año).

El descuelgue:
Las empresas con dificultades podrá dejar de aplicar o respetar los convenios de ámbito superior, osea, se podrán descolgar de los convenios sectoriales o provinciales y cualquier de ámbito superior y aplicar lo que les parezca, si no hay acuerdo con los trabajadores, se irá a una solución extrajudicial del conflicto, imponiendo el arbitraje recurriendo a la Comisión Consultiva de Convenios Colectivos Nacional o sus equivalentes autonómicos que nombrará un árbitro que resolverá en un máximo de 25 días.
Con esto se elimina en la práctica la libertad sindical y permite que el empresario si no quiere negociar con los trabajadores y recurrir a al arbitraje, que será todo lo que se quiera, menos imparcial.


Se elimina la ultractividad indefinida de los convenios:
Las partes en la negociación de un convenio deben llegar a un acuerdo en el plazo máximo de dos años, a partir del cual el convenio ya no estará vigente.
Esto puede crear una situación de indefensión de los trabajadores y da libertad a los empresarios para actuar con absoluta impunidad.

Extinción de la relación laboral por causas empresariales:
- Se elimina la autorización administrativa previa, en línea con la práctica de los países europeos.

- Se abre la posibilidad de que los organismos y entidades que forman parte del sector público invoquen causas económicas, técnicas, organizativas y de producción. Esta medida pretende facilitar el redimensionamiento de aquellas estructuras administrativas que crecieron desmesuradamente durante la fase de fuerte crecimiento económico y que no son sostenibles desde un punto de vista financiero en el momento actual, ni existe una previsión de que lo sean en los próximos años.

Esto abre la puerta a los despidos en el sector público por causas ajenas al trabajador. Se prepara el terreno para los despidos masivos en la administración, que nos equiparará a otros países como Grecia donde se están despidiendo incluso a los funcionarios.

Esta es la segunda reforma laboral en menos de dos años, la anterior aprobada por el gobierno socialista, no sólo no creó ningún puesto de trabajo, ni impidió que siguiera aumentando el desempleo. A pesar de la nueva reforma del PP, todos los organismos financieros nacionales e internacionales reconocen que el paro seguirá aumentando, incluso el mismo gobierno reconoce que aumentará el paro, entonces ¿para que han aprobado esta reforma? Evidentemente, no para crear empleo, de lo que en realidad se trata es que de con el pretexto de mejorar la situación económica y aprovechando la crisis quieren dejar las manos libres a los empresarios y destruir de un plumazo todos los derechos laborales de los trabajadores conquistados durante siglos, derechos que han costado tanta sangre, sudor y lágrimas.
Todos son beneficios para las empresas, con bonificaciones que en el fondo pagamos todos, entre bonificaciones y deducciones fiscales la contratación sale prácticamente gratis.
Socializamos los gastos empresariales y las pérdidas cuando las hay, pero nunca se socializará los beneficios.
Por muy barato que sea la contratación y por mucha facilidad que haya para el despido, esto nunca creará empleo. El abaratamiento, ni la práctica gratuidad del despido, creará empleo, lo único que hará es aumentar el paro, indudablemente se despedirá a muchos trabajadores para sustituirlos por otros acogiendose a las nuevas modalidades de contrato mucho más ventajosas para el empresario.

La gran mayoría de las empresas españolas son pequeñas y medianas, que subsisten en su mayor parte gracias al consumo interno y más concretarte al consumo de la clases medias y trabajadoras, y al haberse reducido drásticamente el poder adquisitivo de éstas, debido a la falta de trabajo, el aumento de la precariedad laboral y la reducción de los salarios que ha traído como como consecuencia una caída profunda del consumo y por lo tanto una reducción de la actividad económica, recepción y aumento del paro.
El problema del paro no es causado por los elevados salarios, que en España, son de los más bajos de Europa, ni por la rigidez del mercado laboral; las causas del paro endémico que padece España viene históricamente determinado porque desde hace mucho tiempo se ha optado por una economía especulativa y poco productiva, y a esto hay que sumarle el alto grado de corrupción política y empresarial, que con la economía sumergida y el fraude fiscal, son los que han generado y siguen generando el alarmante déficit público que padece España.
La crisis económica del capitalismo mundial ha venido a empeorar las precarias condiciones económicas y los males endémicos de la economía española, y como era de esperar, los políticos al servicio de las entidades financieras y de sí mismos, han optado por hacer caer el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, llevándonos aceleradamente a un desmantelamiento de lo que se ha denominado hasta ahora, estado del bienestar y a una reducción de los derechos laborales y sociales, que nos están sumergiendo en un estado de semi-esclavitud; todo lo que sea necesario antes que reducir los indecentes privilegios de las clases pudientes, de la banca, de los políticos, de la iglesia católica y de los sindicalistas profesionales.
Nuestros gobernantes se amparan en la democracia para justificar todos los recortes y las medidas económicas que nos empobrecen cada día más, aduciendo que ellos están legitimados para gobernar y hacer lo que consideren oportuno que para algo han conseguido la mayoría de los votos, es cierto que han conseguido la mayoría de los votos, pero no es menos cierto que en ningún momento dieron a conocer el verdadero alcance ni la dureza de las medidas que iban a tomar, aunque es cierto que muchos nos las temíamos. De todas maneras la democracia burguesa no representa la verdadera voluntad del pueblo, ni mucho menos los intereses de la clase obrera, sino que utilizando perversos métodos de coacción y manipulación es como pretenden legitimar los privilegios de una minoría que nada en la abundancia mientras que la mayoría está cada vez más empobrecida. La política y los políticos no están al servicio del pueblo, la política está subordinada a la economía, a los poderes económicos y financieros, que son en realidad quienes gobiernan este triste mundo.
Si algún incauto, ha creído en algún momento que los políticos iban hacer algo por solucionar nuestros problemas, no creo que tarde mucho en darse cuenta del grave error, no se puede poner a los lobos a guardar las ovejas.

La farsa del sindicalismo institucionalizado:
Los sindicatos institucionalizados, CCOO Y UGT que llevan muchos meses negociando esta nueva reforma laboral al igual que negociaron todas las anteriores, siguen sentándose con la patronal y el gobierno aun después de aprobarse la reforma laboral, una vez más volverán a montar la misma farsa, después de haber traicionado por enésima vez a la clase obrera, de ser totalmente cómplices de esta, y de las anteriores reformas laborales, ahora vuelven a decir en el último momento que no están de acuerdo, cuando ellos sabían perfectamente, desde el principio que de lo que se trataba era de dar un nuevo hachazo a los derechos de los trabajadores. Estos sindicatos vuelven a traicionarnos como siempre, ahora nos llamarán nuevamente a manifestarnos contra algo de lo que son cómplices, con el objetivo por un lado de lavar su imagen, cada día menos creíble y por otro controlar una posible respuesta de rechazo social contra la reforma laboral y los recortes sociales, poniéndose en un principio al frente, para seguidamente frenar y desmovilizar al personal, evitando que estos puedan poner en peligro el orden y la paz social.
Estas organizaciones defienden los intereses del estado y la patronal que son quienes les pagan, con millones de euros de los presupuestos del estado, por lo tanto, con el dinero que sale de nuestros bolsillos.
Ningún perro muerde la mano que le da de comer, por eso los sindicatos subvencionados nunca se opondrá más allá de lo puramente simbólico, contra lo aprobado por un gobierno que es él mismo que tiene que aprobar las cuantiosas subvenciones con las que mantener a una enorme burocracia compuesta por miles de liberados sindicales, que desde hace tiempo se han convertido en una nueva clase, una nueva casta de parásitos sociales.
Todos los trabajadores del mundo estamos siendo víctimas de ataque del neo-liberalismo y sus tesis del capitalismo salvaje. La especulación del poder financiero nos está haciendo padecer una crisis económica sin precedentes, que está llevando a la ruina económica muchos países, con sus trágicas consecuencias, aumento del paro y la precariedad laboral, retraso en la edad de jubilación, recortes en sanidad y reducción de los derechos sociales y laborales, con un aumento del empobrecimiento, sobre todo de la clase obrera, en contrate con esta situación hay quienes se están enriqueciendo más que nunca, los especuladores financieros que en su desmesurado afán de lucro no les importa arrastrar a la miseria y al hambre a la mayor parte de la población mundial. Mientras cae consumo de productos básicos ha aumentado por ejemplo: la venta de coches de lujo y de alta gama, lo que viene a evidenciar que lo que está ocurriendo es una mayor concentración del dinero, osea que las grandes fortunas cada vez son más grandes, que los ricos cada vez son más ricos y los pobres más pobres.
Los derechos sociales y la mejora de las condiciones laborales no es como el maná que cae del cielo, sino que hay que luchar para conquistarlos y mantenerlos, cada día.
Todos sabemos lo que tuvieron que luchar y padecer muchos de nuestros compañeros que nos precedieron para conseguir los derechos sociales que hasta ahora veníamos disfrutando y que tan vilmente pretenden arrebatarnos.
Ahora más que nunca es necesaria una respuesta anarcosindicalista a la crisis del capitalismo, hay que poner en evidencia todas las contradicciones del sistema para ir creando entre los trabajadores conciencia de clase.

Hacia la huelga general:
Es evidente que existen motivos más que suficiente para ir una huelga general, pero cuando digo esto, quiero decir: huelga general de verdad, no un paro simbólico de 24 horas con tantos servicios mínimos que en el fondo le quita toda efectividad real, como se ha hecho en anteriores ocasiones cuando los sindicatos llamados mayoritarios nos han convocado a ese tipo de simulacros para justificarse. Los líderes de estas organizaciones si finalmente nos convoca para este tipo de paro, nos dirán una vez más que la huelga habrá sido un gran triunfo, pero una vez más, terminado el simulacro todos volveremos a casa desmoralizados, con el rabo entre las pierna, para al día siguiente volver al trabajo como si nada hubiera pasado, eso el que tenga la suerte de conservarlo todavía.
La huelga general para que sea de verdad y tuviera alguna efectividad tendría que ser indefinida y sí es posible revolucionaria, pero seamos realistas ese tipo de huelga nunca la van a convocar los sindicatos del estado, tampoco en estos momentos existe en la clase obrera el nivel de conciencia necesario para realizarla a corto plazo, ni la CNT tiene la fuerza suficiente para convocarla y llevarla a cabo con cierta dosis de realidad.
Tampoco sirve para nada la supuesta unidad de acción con los sindicatos minoritarios, que por mucho que se auto califiquen de alternativos, no son alternativos a nada, todos son partidarios del modelo sindical institucionalizado de las elecciones sindicales y los comités de empresa que reproduce el parlamentarismo burgués con todos sus vicios, en el ámbito de la empresa. Tampoco renuncian para nada a los liberados sindicales ni a las subvenciones del estado, en el fondo todos aspiran a conseguir algún día las misma prerrogativas que CCOO y UGT y sus representantes darían cabezazos por un sillón junto a la patronal y el gobierno.
En estos momentos la unidad de acción solo posible y necesaria en algunas circunstancias en el ámbito de la empresa, donde la CNT no debe nunca de inhibirse, sino que debemos buscar la unidad de acción y la solidaridad de todos los trabajadores en la resolución de los conflictos, independientemente de la organización sindical a la que pertenezcan y a los que debemos tratar con el máximo respeto.
La unidad de acción siempre debe ser por la base y nunca impuesta por ningún comité.
Habrá que estar atento para advertir a los trabajadores de las posibles traiciones de las cúpulas direngentes y de los liberados de esos sindicatos y tratar de convencerlos para el uso de la acción directa como método de lucha.
Ante el ataque feroz del capitalismo y el neo-liberalismo contra los derechos de los trabajadores, hoy más que nunca, es necesaria una respuesta anarcosindicalista y revolucionaria.
Compañeros, los anarcosindicalistas y la CNT está llamada a la lucha, a cumplir con la misión histórica para la que fue creada, la defensa de la clase obrera y la transformación social.

Contra el ejecutivismo y el reformismo anarcosindicalismo

Benito Vázquez