Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades…¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante.

B. DURRUTI

domingo, enero 30, 2011

Podríamos jubilarnos a los 60 si el Estado no financiara a la Iglesia


En pleno siglo XXI, en España aún está por conquistarse la separación del Estado y de la Iglesia con lo que esto tiene de derechos para todos. Esto supondría la anulación de los acuerdos franquistas y sus continuaciones, una escuela pública y laica, la no participación de los responsables públicos en actos de carácter religioso y que no utilicen símbolos religiosos en los actos públicos, así como la autofinanciación de las iglesias, y que no se les permita la apropiación ilegal e ilegítima del patrimonio público y privado.

Las cifras dicen que la Iglesia se queda con 1.000.000.000 de euros (166.000.000.000 en pesetas) del dinero público español, incluso ahora cuando tenemos el doble de parados que en Europa y en Europa.

Los poderes públicos conceden esta cantidad a la Iglesia, que la utiliza para el pago del culto y el clero, para las viviendas donde residen, para el mantenimiento de las iglesias, , para hacer proselitismo religioso, para mantener sus escuelas católicas, para pagar a los capellanes en hospitales, cuarteles y cárceles, para pagar a los catequistas de las escuelas públicas, para reformar y conservar su propio patrimonio, para hacer campañas de todo tipo contra derechos civiles aprobados en el Parlamento, para hacer anuncios en los medios de comunicación…para mantener sus propios medios de comunicación, para invertirlo en operaciones financieras...

El dineron lo obtienen del impuesto del IRPF, de subvenciones múltiples que reciben del Estado local, autonómico y central, de exenciones de impuestos como el IBI y el de obras, con donaciones del Estado para Fundaciones, y con la recepción de patrimonio y de suelo por parte del Estado.

Es decir, que lo que cada español paga cada año de media es es de unos 250 a 300 euros por persona de todas las edades, unos 1000 euros por familia (creyentes o no creyentes).

Si el Estado dejara de financiar a la Iglesia Católica no nos jubilaríamos a los 67, sino a los 60.